Ramón
Gervasio Herrero Fernández, miembro de una conocida familia de la ciudad, nació
en Torrelavega en 1875. Estudió leyes, ejerciendo la abogacía en Torrelavega. Pero
su interés por el mundo de la cultura le llevo a desempeñar un importante papel
en la literatura y el periodismo regional. Fue el último director de "El
Heraldo Montañés", periódico local de orientación liberal que se publicó
entre 1904 y 1912. Este diario mantuvo una gran disputa con otros medios de la época,
caso de "El Adalid" y "El
Impulsor". Una de las grandes características de este diario fue su labor
de difusión de biografías de hombres ilustres de Cantabria, crónicas locales,
atención a los temas agrícolas y literarios y a los movimientos demográficos, principalmente.
El periódico se publicó hasta 1912, siendo sustituido entonces por "El
Liberal Montañés", menos cultural y más político. Tras esta etapa residió
en Madrid, al cargo de sus negocios, hasta que el final de la guerra civil le
impulsaron al exilio en Méjico, donde moriría en 1947, dejando en herencia,
todas sus propiedades a la Fundación Asilo
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