lunes, 1 de abril de 2013

Beato Padre Damian, la biografia


Nació en Tremeloo (Bélgica) en 1840. Hasta los 19 años vive con sus padres, en ambiente campesino y allí, junto a su fortaleza física, se va desarrollando su personalidad y su vida de fe. El destino de su breve vida sólo se explica por su apasionamiento por descubrir lo que Dios podría esperar de él. Profesa en la Congregación de los Sagrados Corazones y pide ser enviado a las misiones de las Islas Hawaii a los 23 años.
Ordenado allí sacerdote, evangeliza en la isla grande de Hawaii, durante 9 años, a pequeñas agrupaciones de nativos, dispersos en amplios territorios volcánicos.
A sus 33 años, se ofrece voluntario para permanecer en la colonia de leprosos, confinados desde hacía 7 años en una pequeña península de la isla de Molokai, cárcel natural aislada por el mar y las montañas. Los enfermos, que morían casi a diario, eran sustituidos por otros leprosos a quienes, desde otras islas, se forzaba a encerrarse en Molokai.
Desde el comienzo se identifica totalmente con la situación, y se dirige a ellos con su Nosotros, los leprosos. Trabaja agotándose por aliviar físicamente y consolar religiosamente a centenares de leprosos, que así pueden vivir con serenidad y morir con esperanza. Sus precauciones iniciales, van sin duda relajándose por la costumbre, la amistad, la necesidad, hasta que, tras 11 años de convivencia, él mismo es contagiado por la lepra.
Durante 4 años la enfermedad corroe su cuerpo, pero no le impide declararse el misionero más feliz del mundo. Tampoco logra doblegarle, pareciendo que hubiera querido morir de pie.
Hasta que en 1889, a los 49 años, muere leproso, satisfecho de que su obra quedaba consolidada con refuerzos de última hora de religiosos y religiosas. "Ya no soy necesario", decía, como un leproso más, muriendo lleno de consuelo quien había trabajado en la casi más absoluta soledad.
El 4 de junio de 1995, domingo de Pentecostés, fue beatificado en Bruselas por el Papa Juan Pablo II. Y el 11 de octubre de 2009 fue canonizado por Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro de Roma. Ese mismo año, siendo alcaldesa de la ciudad Blanca Rosa Gómez Morante, el ayuntamiento de la ciudad otorgó el nombre de este santo al tramo final de la antigua calle Pando (desde su intersección con Fernando Arce), la calle donde está ubicado el colegio de su congregación.



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