Su misión como párroco no se limitó a la pura administración de los sacramentos si no que consistía sobre todo en una puesta en marcha de iniciativas para el bienestar de los habitantes de la ciudad. Por su dedicación y por el servicio que presidirá a la vida de Torrelavega, la comunidad decidió recordarle y honrar su memoria nombrando una calle en su honor. La profunda impresión que este hombre hizo en la ciudad se puede ver reflejado en el afecto que su comunidad le tenía y en lo que se esforzaron para que su memoria no se olvidara a lo largo del tiempo y hubiera una manera de recordarle, y por eso, como antes mencionado, una de las calles principales de Torrelavega situada cerca de la llama, lleva su nombre, y por eso Ceferino calderón es considerado una figura importante en la historia de Torrelavega, él no es solo recordado por sus aportaciones religiosas, si no, también por su lucha incansable por la educación y la injusticia social. Su vida es un claro ejemplo del compromiso que hay que tener con la vocación, y que todavía en esta sociedad existe gente con buenos valores. En conclusión, su biografía, es un gran ejemplo del impacto que una persona puede crear en su comunidad, ayudando y velando por otras.
Imagen El Diario Montañés
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